jueves, 11 de noviembre de 2010

Acerca de Cacique Cambá


En 1.870, el coronel Napoleón Uriburu lanzó la primera expedición sobre el llamado Bosque Verde. Intentó integrar a los nativos mediante el trabajo en obrajes de madera. Prometió paz y prosperidad. Creyó que de este modo los Señores de la Selva Ancestral del Bosque Verde,  renunciarían a la defensa de su territorio. La disciplina productiva de los invasores en los lugares de trabajo y progreso, logró que los nativos diferenciaran la explotación y el mal trato, produciéndose rebeliones a la condición de dominados.
Luego de siete expediciones más, en la última, en 1884, Benjamín Victorica Ministro de Guerra y Marina, atacó a los nativos con una fuerza compuesta por tres regimientos de caballería, dos de infantería y tres buques de guerra.
El Cacique Toba Yaloshi (1865-1874) combatió a los invasores con frenesí y honor.
Ya aislado de sus guerreros muertos, agonizantes o dispersos, se ocultó en un estero pantanoso. Allí, fue descubierto. Se le descargó un violento balazo. Aun así, dio fiero combate hasta ser reducido. Poco después, se le formó un Consejo de Guerra donde se decidió el destino del bravo guerrero: fue ultimado al pie de un grueso quebracho.
El Cacique Cambá (1860-1884), el máximo cacique de los tobas, juró venganza ante el cuerpo aniquilado de Yaloshi.
En un combate  posterior, el 7 de diciembre de 1884, Cambá pereció en acción en las cercanías de La Cangayé. Su cadáver fue insistentemente acuchillado. Luego, fue degollado y su cabeza exhibida públicamente para intimidar a los guerreros que le eran fieles. Fue ultimado por el Cabo Luna, uno de los lugartenientes del mayor Rudecindo Fraga quien comandaba el Regimiento 7 de Infantería, perteneciente a las tropas de del General Victorica, en la ofensiva final por conquistar el Chaco.
Jefe de un grupo de treinta caciques menores, Cambá celebró su último combate lanza en mano y de a pie.
La atrocidad gestada sobre Cambá, junto a la superioridad estratégica del ejército invasor, lentamente fue apabullando a los Señores de la Selva entre árboles, ríos y cerros acicalados por el viento. 
Cacique Cambá (1860-1884): Cacique Cambá, el máximo Cacique Toba, habitó en el Norte Argentino en la región del Chacú Gualamba delimitado por los Ríos Bermejo, Pilcomayo y Paraná.
Cacique toba del Chaco austral conocido también como negro. Vivió por los años 1860-1884. Era un gigantesco indígena, dotado de un extraordinario valor que peleó en defensa de su tierra natal contra la invasión de los blancos hasta que lo mataron luchando contra las fuerzas militares. Mantenía las antiguas costumbres de su estirpe y peleaba armado de lanza corta. En una emboscada, rodeó a la tropa nacional e invitó a los jefes militares a pelear con él. Fue herido por un disparo de fusil máuser y el cacique Cambá cayó al suelo. Un cabo llamado Luna corrió hasta el jefe indio diciendo: Ahora te voy a arreglar y con toda impunidad lo degolló en el suelo, cortándole la cabeza; ésta fue clavada en un palo y se hizo desfilar a la tropa y los indios delante de la misma, para que nadie tuviera dudas de la muerte de ese bravo y arrogante hijo de la tierra. 

Yaloshi (1865-1874): Cacique de la gran familia toba, personaje de mucho predicamento entre las tribus aborígenes del Chaco austral, donde este caudillo vivió en las décadas de 1865-1874. Fue un extraordinario guerrero y pusieron a precio su cabeza. En un combate librado con las fuerzas del ejercito, Yaloshi animaba sus guerreros desafiando las balas de los fusiles máuser y blandiendo su lanza corta; allí fue herido y luego amarrado a un quebracho para que no se escapara. Contra ese árbol fue fusilado de inmediato y se hizo desfilar a todos los soldados y a los indios prisioneros, para que certificaran la muerte de ese bravo caudillo toba y evitar la leyenda de que seguía viviendo y alentando a sus hermanos a la lucha.